Una historia de vida, que merece ser contada.

Desde el 28 de enero y hasta hoy, no pude escribir sobre vos.Sin embargo,hoy volví a ver tus fotos y sentí una necesidad de decirles a los demás lo que eras vos y lo que eras en mi.
Hace poco más de un año, gracias a las vueltas de la vida, me encontré con un grupo de gente pidiendo mediante el twitter, por las mejoras de la sala de oncologia del hospital Ludovica de La Plata (Hospital de niños).
Vaya uno a saber porque, yo me sume a esa cadena y junto a aproximadamente un grupo de 10 personas, comenzamos a comunicarnos con Sciolli para pedir los 2 aires acondicionados que hacían falta, ya que el calor ahí era inhumano y era sumarle un sufrimiento mas a esas criaturas.
Gracias a una cadena INMENSA que se generó en twitter, mas de uno de nosotros, logramos comunicarnos con Sciolli, y los benditos aires acondicionados llegaron!.
Entre toda esa gente que había conocido y que de alguna forma u otra te terminas involucrando y encariñando, conocí a una mamá que contaba que su bebé de 3 años, padecía cáncer y estaba siendo tratado en ese hospital. Pasaban los días y seguíamos hablando, pasando del twitter al teléfono y mensajes de texto, para mantenerme al tanto de la situación.
El 15 de febrero y después de casi un mes, los conocí, a Benja y lore (su mamá). Organizamos para que se vengan de La Plata, junto a mi mamá los fuimos a buscar a retiro y ahí comenzó nuestro día.
No me olvido más... lo vi sobre la plaza de retiro a lo lejos y le grite: ¡BENJA!, vino corriendo y me dio un abrazo que lo tengo conmigo presente todo el tiempo, un abrazo como si me conociera de toda la vida. Había conexión, había algo increíble y que a mi me transformo por completo.
Nos tomamos un taxi y llegamos al Mc McDonald al que le había prometido que iba a llevar, comimos, nos reímos, hablamos mucho y fuimos al zoológico de Bs As, el cual el no conocía. Hacia mucho calor, no me lo olvido más, pero fue un día que lo tengo grabado en la retina como si hubiese sido ayer. Volvimos a casa y yo le tenia preparada una sorpresa... una bolsa LLENA  de juguetes, una caja con masas para jugar y cientos y cientos de peluches, era indescriptible, lo juro.
Se hizo de noche y volvieron a La Plata, para al día siguiente continuar con su rutina diaria de médicos, enfermeras y tratamientos.
A las semanas organizamos junto al grupo que armamos en twitter encontrarnos en el hospital, y recorrerlo... unos amigos tienen una empresa de animación infantil y llevamos los muñecos de disney, llevamos caramelos y fuimos con un único objetivo: Sacar sonrisas.
Ese día fue una completa mezcla de sensaciones... era la desesperación por no poder hacer nada por criaturas que sabias, que estaban sufriendo, era la alegría  y gratificación por saber que quizás con un rato de tu tiempo y una bolsa de caramelos, les sacabas la única sonrisa que por ahí iban a tener en el día y la tristeza de saber que quizás la próxima vez, alguna de esas camas iba a estar vacía. Era terrible.
Salimos del hospital y nos fuimos a ver a Benja, quien gracias a dios,para ese momento no estaba internado, estábamos todos juntos, por primera vez! hicimos un asado y pasamos un día a pura diversión.
Durante el año fue una constante de mensajes de texto, llamadas por teléfono y una catarata de altibajos mezclada con tristeza y alegría.
Hace unos meses, volví con mi novio para visitarlo, era ese Benja que me daba esos abrazos de oso, jugaba conmigo a la play, y me llenaba de besos, pero apagado.. desgastado y sin fuerza. Yo salí destruida. Volví en el auto de mi novio y no quería emitir una palabra porque sabia que iba a decir aquello a lo que estaba negada a decir. Solo escuchaba sus palabras diciéndome, "gorda: se te transforma la cara con esa criatura" y si, es cierto.. Benja aunque muchos no lo crean, me enseño lo que nadie me había enseñado: el sentido de la vida y la lucha diaria.
Hace poco mas de un mes, Benja fue trasladado al Garrahan, con un estado critico... las noticias eran cada vez menos alentadoras, pero mi esperanza aumentaba cada vez más. Fuí a verlo, necesitaba hacerlo. Me acuerdo que lore, su mama, me dijo: "sos la única persona a la que dejo que lo tocara,a todo el mundo lo saca!" y sentí que le había trasmitido a el, cuanto lo quería.
El 28 de enero tuve la noticia de que se había ido. Mi casa fue un mar de lagrimas, nadie lo quería entender y ni creer.
Yo las primeras horas no caí y estaba completamente ida. Mi novio estaba de vacaciones, por lo cual no encontraba mi desahogo. Hasta que me encerré en mi cuarto y me pase unas horas llorando, llorando y llorando. Necesitaba llorarlo, necesitaba hacerlo.
Hoy lo extraño, cada tanto lo lloro pero intento no hacerlo. Lo recuerdo con su alegría, su sonrisa, su energía al jugar, sus abrazos de oso y sus besos inmensos.  En un acto de egoísmo quisiera que este acá, con nosotros, pero se que donde está, está mejor que acá abajo y le pido todos los días, que disfrute lo que no disfruto, que ria lo que no se rió, que juegue lo que no pudo jugar y que me espere, que nos vamos a volver a ver.
Lo recuerdo como lo que fue: un gladiador y un maestro de vida, de MI vida.