viernes, 6 de enero de 2012

Aprendés a mirar antes de saltar y en ocasiones no saltas porque no siempre hay alguien para atajarte y en la vida no hay red, ni arneses de seguridad.

Quizás, uno muchas veces espera que los demás piensen como uno, que actúen como uno y sientan como uno. Quizás uno, muchas veces, comete el error de depender de la vida del otro, de estar pendientes, compartir absolutamente todo y hasta perder esa parte del "yo libre".
Quizás ese sea mi error, depender tanto de otro para estar bien, pretender que mis amigas sean siempre quien me saque a flote cuando las necesito, sin tener la capacidad de arreglarme sola, que mi novio tenga que estar dentro de mi cabeza para yo sentirme mejor o quizás no saber estar sola.

Todos tenemos momentos donde necesitamos estar solos, entender muchas cosas o aspectos que con otro al lado no entendemos o no queremos entender, pero lamentablemente es algo que nunca aprendí y dudo que aprenda, quizás por falta de madurez o simplemente por no poder.

1 comentario:

Sofía dijo...

Yo era así .. Hasta que entendí que no tengo que poner MI mundo en manos de nadie porque cuando esa persona se vaya no me iba a quedar nada.
Solia depender de las personas para ser feliz .. ahora por suerte eso disminuyó bastante.
Un beso!